jueves, 15 de octubre de 2015

"Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego" (Gandhi)

"Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego" es una frase muy conocida, atribuida a Gandhi. 

Muchas veces se ha tomado este principio como una incitación a la venganza... ¡Pero no hay nada que esté más alejado de la realidad!

El "Ojo por ojo", establece un límite a la venganza, no la exacerba. Mira, en nuestra naturaleza pecadora siempre consideramos las ofensas hacia nosotros como mucho más graves que las ofensas hacia los demás, por ello, si  en un pleito perdiéramos un diente (por poner un ejemplo) lo que desearíamos sería arrancarle la quijada a nuestro oponente. Si perdiéramos un ojo quisiéramos sacarle la cabeza.

Cuando en Éxodo 2, Levítico 24 y Deuteronomio 19 se establece esto, lo que Dios está haciendo es impedir una violencia excesiva y establece un principio de equidad entre la ofensa y el castigo. No depende ya del enojo del ofendido, sino que el castigo deberá ser proporcional a la ofensa.

Quienes creen que La Biblia invita a la venganza con esta frase, simplemente no han leído la fuente original sino que se han dejado influenciar por interpretaciones equivocadas. Una vez más, el sentido correcto de La Palabra es fácilmente comprendido simplemente leyendo el contexto en el que se establece.

Todos anhelamos un mundo en el que se establezca una justicia perfecta... y justamente eso es lo que representa el "Ojo por ojo, diente por diente". Un día se hará realidad (Apocalipsis 20)... y aún así habrá quien no esté de acuerdo, es que el problema, más allá del ojo y el diente, está en el corazón de un pecador no arrepentido... pero esa es harina de otro costal.

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