lunes, 30 de noviembre de 2009

Sabiduría e inteligencia espiritual...

Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual”
Colosenses 1:9

Pablo dice que desde que Epafras les contó del amor que tenían los colosenses ha estado orando constantemente. Pablo no sólo oraba por aquellos que no creían en el evangelio o por aquellas personas que estaban pasando pruebas o estaban en dificultades, sino que también oraba por personas que estaban firmes en La Palabra y cuyo fruto y amor eran evidentes.
¿Qué oraba Pablo?
Que sean llenos del conocimiento de Su Voluntad en dos aspectos:
1. En toda sabiduría. La sabiduría simplemente es el “saber qué hacer en el momento adecuado”. ¿Alguna vez te has encontrado en alguna situación en la que no sabes qué hacer con respecto a alguna decisión que tienes que tomar?, bueno, en ese caso lo que necesitabas era sabiduría, y la sabiduría está a nuestro alcance simplemente pidiéndola a Dios, quien la da abundantemente y sin reproche, si pedimos con fe, dispuestos a obedecer (Santiago 1:4-7)
2. Inteligencia espiritual. Esto es poder discernir las circunstancias y ser guiados por el Espíritu y no por la apariencia de las cosas. Puesto en otras palabras: saber reconocer a Dios en todos los caminos (Proverbios 3:5-6)
La inteligencia espiritual me permite reconocer el lugar donde estoy parado, saber si las circunstancias son una prueba, una oportunidad o una tentación; y la sabiduría me da los pasos a seguir para no apartarme del camino de Dios.
Deberíamos orar más seguido porque Dios nos provea de sabiduría e inteligencia espiritual, y no solo a nosotros, sino también a nuestros hermanos en Cristo, ¿no?

jueves, 5 de noviembre de 2009

Epafras

“…como lo habéis aprendido de Epafras, nuestro consiervo amado, que es un fiel ministro de Cristo para vosotros, quien también nos ha declarado vuestro amor en el Espíritu.”
Colosenses 1:7-8
Epafras era un hombre cuya vida mostraba evidentemente que conocía la Gracia de Dios. Pablo podía decirles a los colosenses: “¡Miren a Epafras, él es un ejemplo de alguien que no sólo ha oído, sino que ha conocido la Gracia de Dios; es alguien en quien la Palabra del evangelio lleva fruto y crece”.
Además Epafras era alguien que hablaba del amor que los colosenses se tenían, no se enfocaba en los problemas o en los chismes que siempre había -y hay- en las iglesias. Por último, Epafras era un fiel ministro (siervo) de Cristo, no sólo un "ministro" a secas sino un "fiel ministro".

Esto me lleva a preguntarme ¿Estoy dando evidencia en mi vida diaria de que soy alguien que conoce la Gracia de Dios? ¿La Palabra del evangelio, en mi vida, lleva fruto y crece o por el contrario cada vez escasea más?
¿Mi hablar cotidiano es de chismes y quejas o de amor con mis hermanos en Cristo? (Proverbios 26:20)
¿Estoy siendo fiel en lo que Dios me ha puesto a hacer? (sea lo que sea)